Con su carita de niña pervertida
va por la calle con la mirada perdida;
a los quince ya supo del amor
y ahora recuerda con ternura y dolor
aquella tranquila tarde de Primavera
en la que se sintió mujer por vez primera.
En un frío y oscuro pajar
ella soñó con las estrellas alcanzar;
pero su novio un recuerdo la ha dejado
por el que sus padres la han abandonado.
Amanece, regresa ebría,
no salieron las cosas como quería;
va buscando un último cliente
que quiera compartir su presente
y, por la cama y tres rojos ó dos,
se alejen enlazados
en busca de cualquier pensión
donde el pueda desfogar su pasión
y ella sacar adelante a su niño
par darle toda la comprensión y el cariño
que sus padre no la supieron dar
porque estaba prohibido amar.
Es una pequeña flor
que abrió sus capullos al amor
sin pensar que con él no se puede jugar
pues, tarde ó temprano, se acaba por llorar.
En una esquina ve a un cliente
y sonriendo, insinuante, condescendiente
le pide tabaco fuego
para empezar el absurdo juego
y luego perderse abrazados
como dos locos enamorados....
¿Que importancia tiene su profesión;
sí, aunque digan, que ella no tiene corazón
yo sé que es un mujer como cualquiera
a la que la sociedad la espalda volverá?
A TODAS LAS "CHICAS DE LA CALLE" CON MI RESPETO Y AFECTO